Hay un dicho en el mundo de las finanzas: "Estados Unidos estornudará, pero el mundo entero se resfriará". Pero, ¿cuál es la forma de determinar qué tan grave es la causa de este estornudo? ¿Se trata de una molestia leve o de una enfermedad grave?
Para esto se inventaron los índices bursátiles. Los principales que se pueden utilizar para diagnosticar la salud de la economía de EE. UU. se presentan en la línea de herramientas comerciales de NordFX. Estos son Dow Jones 30 (DJ30.c), S&P 500 (US500.c) y NASDAQ-100 (USTEC.c). Consideremos cada uno de ellos.
El Promedio Industrial Dow Jones fue desarrollado en 1884 por Charles Dow, el fundador de The Wall Street Journal y el creador de la teoría Dow. Inicialmente, el índice tenía un rango limitado de usuarios e incluía solo 11 acciones (9 ferroviarias y 2 industriales). Se calculó como la media aritmética del valor de las acciones incluidas en su cesta. El Dow Jones se hizo público solo 12 años después, en mayo de 1896.
Dow Jones actualmente no es uno, sino toda una familia de varios índices que registran no solo la dinámica de las acciones de varias empresas, sino también, por ejemplo, bienes raíces (Dow Jones Real Estate), empresas de transporte (Dow Jones Transportation Average), empresas de servicios públicos (Dow Jones Utility Average), etc.
Además de la dinámica de las acciones estadounidenses, la familia de índices Dow Jones rastrea las tendencias globales (Dow Jones Global Titans 50), así como el estado de las economías de países individuales (Dow Jones Turkey Titans 20, Dow Jones Italy Titans 30, Dow Jones South Korea Titans 30, Dow Jones Africa Titans 50, etc.).
El más famoso de este gran grupo es el índice Promedio Industrial Dow Jones, también el Dow Jones 30, que está representado entre los instrumentos comerciales de NordFX. Su cesta incluye 30 acciones de las mayores empresas. En cuanto al nombre completo, el “Promedio Industrial” es más bien un homenaje a la historia, ya que ahora conviven en el índice otros sectores de la economía junto al industrial. Por el momento, el "pastel" porcentual se ve así: empresas de tecnología - 26,28%, bienes de consumo - 25,81%, salud - 14,66%, bienes industriales - 13,95%, sector financiero - 13,26%, energía - 3,40%, telecomunicaciones - 1,46 %, industria de materias primas - 1,09%, y el resto - 0,09%.
El Dow Jones 30 incluye acciones de empresas como Apple, Goldman Sachs Group, Boeing, Johnson & Johnson, Microsoft, Procter & Gamble, que también están disponibles para los clientes de NordFX. Al combinar operaciones en estos activos individuales e índices bursátiles en sus estrategias, los operadores pueden cubrir los riesgos y obtener mayores ganancias.
Una de las principales diferencias entre el Dow Jones 30 y muchos otros índices es que prácticamente no existen reglas estrictas para que las empresas ingresen a su canasta. Pero si observa su composición, puede ver que incluye empresas de clase mundial cuyos nombres son bien conocidos por todos. Este índice puede considerarse una cartera de inversiones ya preparada que consta de "blue chips". ¿Y las fichas? Este nombre proviene de los casinos, donde las fichas de exactamente este color son tradicionalmente las más valiosas. En el mundo financiero, este es el nombre que se le da a las acciones de las empresas más grandes, líquidas, confiables y con una rentabilidad estable. Esto es lo que distingue al Dow Jones 30 de, por ejemplo, el S&P 500, un índice que incluye un número mucho mayor de empresas, muchas de las cuales aún se encuentran en una fase de crecimiento activo.
El siguiente en la lista de los índices más conocidos y populares es el S&P 500. Su canasta incluye las 500 principales empresas públicas estadounidenses que cotizan en las bolsas de valores. Por un lado, esto es muy poco: después de todo, las acciones de alrededor de 7-8 mil empresas diferentes se negocian en las bolsas de valores del país. Pero por otro lado, en comparación con el Dow Jones 30, esto es mucho. Además, estas 500 empresas representan el 80% de la capitalización de todo el mercado de valores estadounidense. Así, la dinámica del S&P 500 refleja el estado de casi toda la economía estadounidense.
Los mismos "blue chips" como Microsoft, Apple, Amazon, Facebook, Coca-Cola, Visa, Mastercard y McDonalds se pueden encontrar en la cartera del índice. Pero, como ya se mencionó, hay muchas empresas relativamente nuevas que no tienen un historial de inversión profundo. Las primeras 10 empresas de la lista S&P 500 representan el 25% de su peso total, las TOP-15, alrededor del 30%, mientras que la participación de las empresas de las últimas cien se mide en centésimas e incluso milésimas del porcentaje - 0,05%, 0,03% o 0,01%. Es decir, el peso de Microsoft o Apple es comparable al peso total de varias decenas de empresas de la parte inferior de la lista.
El índice se publica desde el 4 de marzo de 1957. La lista es propiedad y está mantenida por Standard & Poor's. (Standard & Poor's, junto con Moody's y Fitch Ratings, es uno de los "Tres Grandes" de las agencias internacionales de calificación financiera más influyentes involucradas en la investigación analítica de los mercados).
El tercer índice, el NASDAQ-100, incluye las 100 empresas más grandes por capitalización, en su mayoría de industrias de alta tecnología, de Estados Unidos y otros países cuyas acciones cotizan en la Bolsa de Valores Nasdaq de Estados Unidos.
Actualmente, la familia NASDAQ tiene más de 10 índices diferentes, cuya historia comenzó en 1985. Luego se introdujeron dos nuevos índices: NASDAQ-100 y NASDAQ Financial-100. Las empresas industriales de alta tecnología se incluyeron en el primer índice, las empresas financieras en el segundo. Estos índices se dividieron para evitar la influencia del entorno financiero en el segmento de tecnología. Esto era posible, pero sólo parcialmente.
Si observa los gráficos, puede ver la correlación del NASDAQ-100 con el Dow Jones 30 y el S&P 500. Esto es comprensible, ya que su canasta incluye "ballenas" del mercado de valores como Facebook, PayPal, Google, Yahoo, eBay, Amazon, Pepsi y muchas otras empresas de fama mundial.
Resumiendo, cabe señalar que las acciones de las empresas, por muy grandes que sean estas empresas, se clasifican tradicionalmente como activos de riesgo, a diferencia, por ejemplo, de los bonos del gobierno estadounidense o del oro que se utiliza para almacenar capital, especialmente durante períodos de crisis financiera.. Y en este contexto, no podemos dejar de mencionar blockchain y los activos digitales, que en los últimos años se han convertido en una parte integral del sector de alta tecnología. Es por ello que, especialmente a finales de 2021 y principios de 2022, hubo una fuerte correlación entre las cotizaciones de las principales criptomonedas, bitcoin, ethereum, etc., con los índices Nasdaq 100 y S&P 500. Por lo tanto, monitorear estos índices le permite mejorar la calidad de los pronósticos y predecir el momento en que cambian las principales tendencias en el mercado criptográfico, con mayor precisión. Aunque también ocurre al revés: ha habido casos en los que la reacción de los activos digitales se adelantó a la reacción de otros activos de riesgo.
